-¡Ay! - dijo el ratón -Cada día el mundo se hace más pequeño. Al principio era tan grande que me atemorizaba. Corría y corría y realmente me alegraba ver esos muros, a diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el último cuarto y ahí, en el rincón, está la trampa sobre la cual debo pasar.
-Lo que debes hacer es cambiar de rumbo - dijo el gato. Y se lo comió.
Franz Kafka
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